IGLESIA DE SAN ESTEBAN de Villanúa

Historia constructiva y Organización en planta

Esta iglesia, construida en sillarejo, es el resultado de varias etapas constructivas. El testimonio más antiguo que se conserva es un muro con canecillos en su parte superior en el que se abría la primitiva portada románica y que, actualmente, cierra el baptisterio. En época posterior se procede a la modificación del edificio , al que se le dota de su aspecto actual durante el siglo XVIII. Presenta dos naves, una principal de mayores dimensiones y una lateral, separadas por un pilar en el que apean arcos rebajados (escarzanos). En el lado Norte se abren dos capillas rectangulares que, por sus características y dimensiones, parecen conformar una tercera nave. En el lado sur se abre la portada de acceso al edificio, cobijada por un pequeño pórtico, y se adosa la torre campanario.

Interior y Dotación artística
El sistema de cubierta utilizado en el interior es la bóveda de cañón. En cuanto a la dotación artística, destaca el retablo mayor, obra de escultura de principios del siglo XVII dedicada al santo titular. Su autor fue Juan de Ruesta, que lo contrató en 1622, concluyéndolo dos años después. Se estructura en banco, cuerpo de tres calles y ático. El banco presenta dos escenas en relieve enmarcadas bajo las calles laterales y flanqueadas por los pedestales de las columnas, en cuyos frentes aparecen los Evangelistas. La parte central acoge el tabernáculo con la representación en relieve de la Resurrección de Cristo. El cuerpo principal tiene en su calle central la imagen del santo titular de la parroquia y en las calles laterales las tallas de San Juan Bautista, San Lorenzo, San Vicente y San Pedro. Culminando el conjunto se encuentra el ático con el tradicional Calvario. Este retablo, tanto en su estructura como en las tallas, revela la relación con los talleres de escultura romanista de Sangüesa.

La imagen más antigua conservada en la iglesia es la talla románica de Nuestra Señora de los Ángeles procedente de la ermita homónima - hoy arruinada-. Fechada entre finales del siglo XI y comienzos del XII, muestra a la Virgen como Trono de Sabiduría sin mostrar ningún tipo de relación afectiva con el Niño. La imagen presenta el interés añadido de conservar la policromía original.

Destaca también el sencillo retablo del Santo Cristo que alberga la magnífica talla del Crucificado, heredera de modelos navarros creados por Juan de Anchieta y utilizados con posterioridad por autores como Bernabé Imberto entre los siglos XVI-XVII. De esta misma época, y siguiendo los mismos modelos romanistas de Anchieta, se conserva una talla de Santa Lucía que preside un retablo de pequeñas dimensiones. Esta imagen es de bulto redondo y quizás pueda atribuirse a Juan de Bescós, autor del primitivo retablo de la catedral de Jaca.

La iglesia también conserva obras barrocas de interés, como el retablo de Santa Orosia, con una apreciable pintura que representa el martirio de la santa, siguiendo una iconografía extendida en la zona y que cuenta con ejemplos similares en el Palacio Episcopal de Jaca y en la iglesia de Navasa.

De mayor calidad es el lienzo que preside el retablo de la Inmaculada Concepción. Obra de mediados del siglo XVII, que desde el punto de vista iconográfico sigue el modelo habitual en estas representaciones, con la Virgen como encarnación de la mujer descrita por San Juan en el Apocalipsis y de la amada del Cantar de los Cantares. Esto explica la presencia de una serie de figuras simbólicas que hacen referencia a María como Puerta del Cielo , Templo de David , etc...

Por último, del siglo XVIII es el retablo de la Virgen del Pilar, que ocupa el testero de la nave lateral. Destaca por la calidad de su escultura y por el movimiento que se ha otorgado a su planta. Desde el punto de vista iconográfico se incluye el apóstol arrodillado a los pies de la Virgen cuando se le apareció en Zaragoza, y a sus lados San Joaquín y Santo Domingo de Guzmán, y Santa Marta en la parte superior, como patrona de hospederos, al haber alojado en su casa al mismo Cristo.