Un grupo compuesto por ochenta deportistas luchará por conquistar los títulos nacionales en una competición que se desarrollará en la pista Codornices, en las categorías femenina y masculina de esquí en silla, de pie y discapacidad visual.
La estación del Valle de Benasque será por segunda vez el escenario de estos campeonatos en el que los esquiadores llegarán procedentes de Aragón, Cataluña, País Vasco, Madrid, Andalucía y Valencia.
La prueba que abrirá el campeonato será en la modalidad de eslalon especial, y mañana tendrá lugar un eslalon gigante, mientras que miércoles se celebrará la última competición con un súper gigante.
Las pruebas se desarrollarán en la pista Codornices, en las categorías femenina y masculina de esquí en silla, esquí de pie y discapacidad visual donde, tanto las clasificaciones como los sistemas de compensación de tiempos se regirán por el reglamento del Comité Paralímpico Internacional (IPC) de Esquí Alpino, que se complementarán con las de la Federación Internacional de Esquí (FIS).
Para disputar este campeonato, los corredores con deficiencia visual llevarán un guía delante, equipado con una mochila provista de un intercomunicador inalámbrico para que el deportista siga la voz e instrucciones impartidas por su guía.
Los participantes discapacitados físicos, con alguna amputación en sus extremidades inferiores realizarán la prueba con un único esquí y unas muletas especiales provistas de un pequeño patín, llamado estabilo, que les sirve tanto de punto de apoyo como para deslizarse.
También habrá corredores que utilizarán un mono-ski o dual-ski, que es un asiento moldeado sujeto a un soporte que va unido a uno o dos esquís. Se puede esquiar de forma independiente ayudado de dos estabilos para el equilibrio y los giros.
La competición está organizada por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF), Federación Española de Deportes para Paralíticos Cerebrales (FEDPC) y Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC).